Se les conoce peyorativamente como XICAQUES pero su nombre auténtico es TOLUPÁN, que proviene del nombre de su lengua Tol; el término de Xicaques fue utilizado por los colonizadores para referirse a los diferentes indígenas rebeldes no cristianizados, ubicados en la región nororiental de nuestro territorio, no conquistada por la corona española, denominada “la Taguzgalpa”.
Los indígenas que habitan de la Montaña de la Flor se autodenominan Tolupán, empero los que habitan en el departamento de Yoro se han acostumbrado a la denominación de Xicaques.
Hacia fines de la época prehispánica se extendieron por la costa atlántica, la Bahía de Honduras, desde el Río Ulúa a Puerto Castilla, cerca de la actual Ciudad de Trujillo y tierras adentro hasta el Río Sulaco, pero en el año de 1,609 los Tolupán se ubicaron en el área que actualmente ocupan.
Es importante señalar que éste proceso de reasentamiento a efecto de la colonización, trajo consigo, cambios de hábitat y el esclavismo de indígenas para el comercio, proceso en el que murieron grandes cantidades de indígenas debido al trabajo forzado, comercio hacia las islas mayores del caribe y a las enfermedades foráneas.
Fue el misionero español Manuel de Jesús Subirana quien entre 1862 al 1864, fue nombrado el “pacificador de las tribu salvajes de Yoro y Olancho” quien al observar el exterminio de los indígenas, gestionó ante las autoridades los títulos de propiedad para éstas poblaciones (Tolupan y Pech). Vale mencionar que dichas tierras tituladas a favor de los indígenas, hoy día son motivo de disputa por encontrarse, la gran mayoría ocupadas por cafetaleros, terratenientes, madereros y ganaderos no indígenas en el departamento de Yoro.
El pueblo Tolupan se encuentra ubicado en el Departamento de Yoro precisamente en los Municipios de Morazán, El Negrito, Victoria, Yorito, Yoro, Olanchito y en el Departamento de Francisco Morazán, en los Municipios de Marale y Orica.
La mayoría de comunidades están comunicadas por carreteras sin pavimento, caminos de herradura y veredas. Las tierras ocupadas por el pueblo Tolupan, son un 60% de vocación forestal, 30% ganadero y 10% de vocación agrícola aproximadamente.
Investigaciones recientes indican que lingüísticamente los Tolupan representan uno de los mayores enclaves sureños del Tronco Hokán-Xioux procedente de los pueblos indígenas que vivían a sudoeste de los Estados Unidos y al Norte de México, lo que hace presumir que el Pueblo Tolupán sea el único Pueblo prehispánico de los que existen en Centroamérica que no tenga origen cultural mesoamericano, ni de bosque tropical, que en esas actividades nómadas por buscar alimentos llegaron a nuestro territorio; aunque esta discusión científica no se ha terminado, pues, hay otro investigadores que los identifican con Pueblos provenientes del sur del continente de influencia cultural Chibcha.
A pesar de que la cultura Tolupán ha sido en gran parte afectada históricamente por población No Indígena, conservan a su lengua Tol y sus tradiciones, aunque más fuertemente arraigadas en las tribu de la Montaña de la Flor, al norte de Francisco Morarán, por su condición de aislamiento.
La organización social del Pueblo Tolupán descansa en la familia y en la comunidad tribal, aun conservan los consejos de ancianos y los consejos tribales.
En la década de 1970-80 los caciques empezaron a reunirse en el afán de recuperar su territorio, lo que les ha ocasionado una fuerte represión de parte de grupos económicos poderosos, que ha dejado aproximadamente 57 lideres asesinados y sin castigo para los hechotes materiales he intelectuales, lo que lo convierte en el Pueblo más martirizado de los nueve que aun subsisten en Honduras.
Las actividades productivas de los Tolupán giran alrededor de pequeños cultivos de granos básicos (maíz y fríjol), tabaco y café estos últimos introducidos en la zona desde tiempos de la Reforma Liberal de 1876. Sus alimentos básicos, son el maíz, fríjol, calabazas, papas y otros tubérculos, plantan bananos en pequeñas parcelas y otros árboles frutales como: naranjos, mangos y aguacate, así como también pequeños plantíos de tabaco y café.
Durante las últimas décadas se han ocupado además de la explotación comercial de la madera, con planes de manejo del bosque de sus comunidades, actividad esta que no les ha mejorado de su condición económica. .
Producen miel de abeja, practican la pesca y caza en menor escala; conservan el uso del arco y la flecha para la cacería, el consumo del tabaco en pipas elaboradas en la localidad y el uso de piedra de pedernal para encender el fuego, tejen hermosas canastas de variadas formas y redes que se emplean para transportar maíz. Las mujeres cosen sus vestidos con telas compradas y las túnicas de los hombres llamadas balandranes, con tela Dril.
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